László Krasznahorkai Premio Nobel de Literatura 2025, el escritor húngaro que desafía el ritmo del mundo moderno

El húngaro László Krasznahorkai gana el Premio Nobel de Literatura 2025 por su obra apocalíptica y visionaria que desafía la velocidad del mundo actual.

László Krasznahorkai, nacido el 5 de enero de 1954 en Gyula, Hungría, ha sido reconocido con el Premio Nobel de Literatura 2025 a los 71 años. El galardón distingue su obra “visionaria y apocalíptica”, que reafirma el poder transformador del arte y la literatura frente al caos contemporáneo.

Un escritor viajero y observador del mundo

Krasznahorkai ha pasado gran parte de su vida viajando. Vivió temporadas prolongadas en Mongolia, China y otros países, aunque siempre regresó a Hungría. Esos viajes, afirma, le permitieron entrar en contacto con diferentes tradiciones y estéticas literarias, pero la influencia de Franz Kafka ha sido decisiva en su trayectoria.
El autor considera que El castillo fue una obra reveladora para su formación. También menciona entre sus referentes a Malcolm Lowry y su novela Bajo el volcán, una influencia evidente en su mirada existencial y melancólica.

Antes de dedicarse plenamente a la escritura, estudió Derecho en las universidades de Budapest y Szeged entre 1973 y 1978, aunque abandonó la carrera. Trabajó como minero, guardia de seguridad e incluso pianista en una banda de jazz, una experiencia que muchos críticos vinculan al ritmo musical de su prosa.

Los inicios literarios de Krasznahorkai

En 1977 comenzó a estudiar Filología Húngara, etapa en la que empezó a publicar en revistas literarias. Con el tiempo, se convirtió en uno de los autores más traducidos de Hungría. Su primera novela, Tango Satánico (Sátántangó, 1985), lo consagró como un escritor de culto.

La obra retrata a un grupo de campesinos en una aldea abandonada de la Hungría comunista, atrapados entre la esperanza y la desesperación. Fue llevada al cine por el director Béla Tarr, con quien Krasznahorkai ha mantenido una estrecha colaboración artística.

Entre sus títulos más destacados se encuentran La melancolía de la resistencia (1989), Guerra y guerra (1999), Ha llegado Isaías, El último lobo y El barón Wenckheim vuelve a casa (2016), por la que obtuvo el Premio Man Booker Internacional 2015.

László Krasznahorkai y su conexión con Argentina

Curiosamente, Argentina ocupa un lugar simbólico en su obra. En El barón Wenckheim vuelve a casa, el protagonista huye a Buenos Aires acosado por las deudas. Además, su primera novela, Tango Satánico, también guarda una referencia al país desde el título.
Sus libros en español han sido publicados por la editorial Acantilado (España) y Sigilo (Argentina), lo que ha ampliado su presencia en el mundo hispanohablante.

El estilo único de un “maestro del apocalipsis”

La escritora Susan Sontag definió a Krasznahorkai como “el maestro del apocalipsis”. Su narrativa se caracteriza por frases largas y complejas que pueden extenderse durante páginas, reflejando su concepción del lenguaje como un flujo ininterrumpido de pensamiento.
Su literatura desafía la inmediatez de la era digital. En una entrevista con El País en 2014, advirtió:

“La vida está muy acelerada. Recibimos tanta información con tanta rapidez que se nos olvida todo. Esta literatura lenta, aunque luego coge ritmo, es para una islita muy aislada de lectores”.

Para él, escribir es un acto de resistencia frente al ritmo frenético del presente y una invitación a la contemplación profunda.

Un autor que defiende la literatura como refugio

En 2024, Krasznahorkai recibió el Premio Formentor de las Letras, considerado la antesala del Nobel. Con humor, declaró entonces al diario El Mundo:

“Si algún día me dieran el Nobel, lo rechazaría usando el Formentor como escudo”.

También reflexionó sobre el papel del escritor contemporáneo, señalando que “la literatura todavía existe, pero debe mantenerse a salvo del capitalismo que todo lo convierte en mercancía”.

Segundo Nobel de Literatura para Hungría

Con este reconocimiento, László Krasznahorkai se convierte en el segundo escritor húngaro en recibir el Premio Nobel de Literatura, después de Imre Kertész, galardonado en 2002 por “defender la frágil experiencia del individuo frente a la barbarie de la historia”.

El Nobel 2025 consagra así a un autor que, desde el silencio de las aldeas húngaras hasta los grandes escenarios literarios del mundo, ha demostrado que la literatura aún puede desafiar al tiempo, al ruido y al olvido.

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