El pasado 22 de septiembre, un hecho violento estremeció a la comunidad estudiantil mexicana: un joven identificado como Lex Ashton ingresó armado al Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur de la UNAM en la Ciudad de México.
Vestido con ropa negra y capucha, atacó a uno de sus compañeros, quien perdió la vida, y más tarde hirió a un trabajador que intentó detenerlo. Finalmente, el agresor se lanzó desde un edificio, sufriendo fracturas que lo mantienen bajo custodia médica.
El caso fue catalogado como un ataque incel al CCH Sur en México, debido a que Ashton participaba activamente en foros de la comunidad incel y horas antes del crimen había dejado mensajes en redes sociales donde expresaba frustración por “no haber recibido nunca amor” y resentimiento hacia las mujeres.

¿Qué son los incels y por qué se relacionan con violencia?
La palabra incel proviene del inglés involuntary celibate (célibe involuntario). Se refiere a hombres que aseguran no poder establecer relaciones románticas o sexuales y que culpan a la sociedad de ello.
En estos foros, los incels suelen dividir el mundo en categorías:
- Los “chads”, hombres atractivos que sí acceden a relaciones.
- Las “foids”, un término despectivo para referirse a las mujeres.
Muchos se identifican con la “black pill” (píldora negra), una visión fatalista que sostiene que el rechazo es inevitable y que no existe salida. Esta ideología alimenta sentimientos de odio, resentimiento y, en algunos casos, violencia contra mujeres y hombres que perciben como rivales.
De la frustración a la radicalización
De acuerdo con el investigador Andus Lindsay (Universidad Victoria de Wellington, Nueva Zelanda), los foros incel funcionan como “cámaras de eco” que refuerzan estereotipos negativos sobre las mujeres y glorifican la violencia.
Un estudio canadiense titulado Tracking the Incel Movement and its Connection to Loneliness advierte que muchos jóvenes llegan a estas comunidades buscando apoyo, pero terminan atrapados en discursos misóginos que normalizan los ataques.
El Ministerio del Interior del Reino Unido ya considera a los incels como un fenómeno emergente de extremismo en línea, aunque solo una minoría pasa de las palabras a la violencia física.

¿Por qué el ataque incel al CCH Sur en México enciende alarmas?
Este hecho no es aislado. En México ya se han documentado otros ataques relacionados con ideología incel:
- Marzo 2024, Guadalajara: Gabriel Alejandro “N” ingresó a la UTEG armado con un machete y asesinó a dos empleadas. Antes dejó mensajes en redes anticipando su crimen.
- Noviembre 2024, Preparatoria San Andrés: un joven de 17 años agredió a dos compañeros con un martillo tras publicar fotos con armas blancas en Facebook.
A nivel internacional también existen antecedentes:
- Canadá, 2020: un menor asesinó a la recepcionista de un spa con una espada grabada con frases incel.
- Argentina, 2024: un estudiante de la UBA fue investigado por planear un ataque, tras participar en un grupo de Telegram incel.
El caso del CCH Sur es el primero de alto impacto en la UNAM vinculado directamente a este fenómeno, lo que ha generado un fuerte debate en torno a la seguridad escolar y la radicalización juvenil en internet.
El lado oscuro de los foros incel
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos (NLM), los incels suelen reportar problemas graves de salud mental, aislamiento social y dificultades en sus relaciones. En sus comunidades en línea, los agresores pueden ser vistos como “mártires” o “héroes trágicos”, lo que incentiva nuevos ataques.
Amnistía Internacional ha advertido que estas redes crean un imaginario en el que los incels se sienten víctimas de una “injusticia sexual” y justifican la violencia como venganza.
La cultura incel en la narrativa popular
El fenómeno ya ha llegado a la ficción. Series como Adolescencia (Netflix) han retratado personajes inspirados en incels, mientras que películas como Her (2013), Shame (2011) y Polytechnique (2009) exploran el aislamiento y la frustración masculina en contextos extremos.
México frente al reto del extremismo digital
El ataque incel al CCH Sur en México refleja cómo una ideología nacida en foros digitales puede derivar en violencia real dentro de las aulas. Expertos en salud mental y seguridad advierten que se requieren medidas urgentes:
- Prevención digital: monitoreo de comunidades que promuevan discursos de odio.
- Protocolos escolares: reforzar filtros de seguridad y atención psicológica en los planteles.
- Educación emocional: acompañamiento a jóvenes con síntomas de aislamiento y frustración.
La tragedia en el CCH Sur no solo expone la vulnerabilidad de los entornos escolares, sino que también obliga a reflexionar sobre el papel de internet en la radicalización de los jóvenes mexicanos.