La crisis de refugios para animales en Estados Unidos atraviesa uno de sus momentos más críticos. A los problemas ya existentes de saturación y falta de recursos se suma ahora un fenómeno creciente: el abandono de mascotas a raíz de las deportaciones de inmigrantes indocumentados.
Cada vez más familias que son expulsadas de manera repentina del país se ven obligadas a dejar atrás a sus perros, gatos y otras especies, lo que ha desbordado la capacidad de albergues en varios estados, y así la crisis de refugios para animales en Estados Unidos.

Deportaciones y abandono de mascotas
Al respecto de la crisis de refugios para animales en Estados Unidos uno de los ejemplos más visibles ocurre en Adopt and Save a Life Rescue Mission, un refugio en el oeste de Miami.
Según su directora, Daymi Blain, en los últimos meses han recibido al menos 19 perros y gatos cuyos dueños fueron deportados, además de aves como gallos.
“Ya teníamos muchos problemas con personas que abandonaban sus mascotas por desalojos o mudanzas, pero desde hace unos seis meses hemos recibido muchísimas más llamadas relacionadas con deportaciones. Muchos nos dicen: ‘mis padres se fueron, los deportaron, están detenidos’”, explicó Blain en una entrevista con la agencia EFE.
La situación no es aislada. Refugios de Florida, Texas, Nueva York, Nueva Jersey, Tennessee y California reportan condiciones similares. En todos los casos, coinciden en que la presión migratoria ha incrementado el número de animales desamparados, lo que complica aún más la crisis de refugios para animales en Estados Unidos.

Estadísticas alarmantes
Los datos oficiales dan una idea de la magnitud del problema. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) informó que en los primeros 200 días del gobierno del presidente Donald Trump, más de 352,000 inmigrantes indocumentados fueron arrestados y 324,000 deportados, lo que equivale a un promedio de 1,620 expulsiones al día.
Cada uno de estos procesos migratorios, además de afectar a las familias, tiene un impacto directo en las mascotas, que quedan vulnerables y muchas veces sin un hogar.
Historias que reflejan la crisis
Un caso reciente conmocionó a la comunidad de Reseda, California, cuando agentes migratorios detuvieron a Benjamín Marcelo Guerrero Cruz, un joven chileno de 18 años, mientras paseaba a su perro. Tras su arresto, el animal fue hallado abandonado por su familia.
En California, donde las deportaciones han sido especialmente intensas, la organización C.A.R.E.4Paws trabaja para inaugurar en otoño un refugio especializado en recibir mascotas de migrantes detenidos o deportados. La cofundadora, Isabelle Gullö, subrayó: “Cuando las personas atraviesan momentos tan difíciles, la última preocupación debería ser qué pasará con sus amadas mascotas”.
En Texas, el refugio Saving Hope Rescue compartió otra historia en redes sociales: un hombre que enfrentaba la deportación debía dejar su hogar al día siguiente y pidió ayuda para sus perros, que eran su mayor preocupación.
Falta de recursos y peticiones de ayuda
La situación en los refugios es límite. Adopt and Save a Life Rescue Mission, por ejemplo, tiene más de 50 perros y 30 gatos, además de decenas en lista de espera. Para hacer frente a la sobrepoblación, han tenido que reacondicionar un establo y tres casas rodantes, lo que implica un gasto mensual de electricidad superior a 1,200 dólares.
“Son reportes todos los días, miles de llamadas. Ya no las puedo contestar porque no los puedo recibir. Lo que hago es postear en redes sociales para ver si otros rescates pueden ayudar”, explicó Blain.
La directora hace un llamado a la solidaridad: “Necesitamos voluntarios, hogares temporales, comida, arena, ventiladores y techos para los animales. Los tenemos en jaulas con apenas un ventilador. Se nos pasó la capacidad de animales que podemos recibir”.
Un problema que va más allá de la migración
Si bien las deportaciones han intensificado la crisis de refugios para animales en Estados Unidos, lo cierto es que la problemática es más amplia. Factores como los desalojos, la inflación, los cambios de vivienda y la violencia doméstica también contribuyen al abandono de mascotas.
Los expertos coinciden en que la solución requiere mayores fondos públicos y privados, así como campañas de concientización para promover la adopción responsable y el apoyo a organizaciones de rescate.
La crisis de refugios para animales en Estados Unidos refleja la vulnerabilidad de miles de mascotas que dependen del destino de sus dueños. Con la política migratoria actual y el incremento de deportaciones, los albergues enfrentan un desafío monumental para dar techo, alimento y cuidados básicos a los animales abandonados.
En medio de esta crisis, las asociaciones piden apoyo urgente de la comunidad y de las autoridades. Adoptar, donar o brindar un hogar temporal son acciones que pueden marcar la diferencia en la vida de un perro o un gato que hoy no tiene a dónde ir.