En medio de un panorama económico desafiante, la economía circular en México emerge como una alternativa viable, sostenible y cada vez más rentable.
Los modelos de negocio basados en la reutilización de recursos, la reducción de residuos y el consumo responsable están ganando terreno gracias a plataformas digitales como Reuse, SoloRentaLo, Go Trendier y Cheaf, que ofrecen soluciones innovadoras a problemas estructurales como el desperdicio electrónico, textil y alimentario.
Tecnología reacondicionada: Reuse apuesta por duplicar ventas
Uno de los sectores donde la economía circular en México ha ganado fuerza es el de los residuos electrónicos o e-waste.
En este contexto, la empresa chilena Reuse se ha posicionado en México como una de las firmas líderes en reacondicionamiento de computadoras, smartphones y otros dispositivos. Su meta en 2025 es ambiciosa: duplicar sus ventas y alcanzar los 40 millones de dólares en facturación.
Reuse opera con acuerdos junto a marcas como Samsung, Oppo, MacStore, Coppel y Falabella, permitiendo que los usuarios intercambien equipos usados por descuentos en productos nuevos.
Como ejemplo en la economía circular en México, sólo en 2024, reacondicionó más de 70 mil dispositivos. Según Max Sateler Villanueva, cofundador de la empresa, el reto principal ha sido la escala operativa en un país como México, con más de 140 millones de habitantes y una logística compleja.

Economía circular en México: Go Trendier y la venta de ropa de segunda mano
En el sector textil, Go Trendier se ha convertido en una plataforma clave para promover la reutilización de ropa. En 2024, superó los 8 millones de usuarias registradas y publicó más de 30 millones de prendas, generando ingresos por más de 18.5 millones de dólares para las vendedoras mexicanas.
Aloma García, Country Manager de la empresa, señala que este modelo no sólo ayuda al planeta, sino que también representa una fuente formal de ingresos para miles de mujeres mexicanas, en un entorno económico donde el consumo tradicional se ve limitado por la inflación y la incertidumbre.
A pesar de su éxito, Go Trendier enfrenta la percepción de que comprar ropa usada es un acto de necesidad y no de valor. Además, compite contra gigantes del fast fashion como Shein o Temu, marcas con más del 70% de reconocimiento en el país, que dominan con precios bajos y publicidad agresiva.
Desperdicio de alimentos: el desafío que combate Cheaf
En el ámbito alimentario, México desperdicia cerca del 40% de su producción anual de alimentos, lo que equivale a más de 30 millones de toneladas y 490 mil millones de pesos en pérdidas, según datos de Cheaf, una startup mexicana que comercializa excedentes de restaurantes, panaderías y cafeterías.
Kim Durand, CEO y fundador de Cheaf, asegura que gran parte de este desperdicio ocurre por razones estéticas o por cercanía a la fecha de caducidad, a pesar de que los alimentos siguen siendo aptos para el consumo. La resistencia de las grandes cadenas comerciales a transparentar sus cifras es uno de los principales obstáculos, por temor a revelar datos sensibles frente a la competencia.
Renta en lugar de compra: el modelo de SoloRentaLo
Otro modelo de economía circular en México es la startup SoloRentaLo, originaria de Guadalajara, impulsa un modelo innovador basado en la renta de artículos que normalmente se usarían sólo una vez.
Desde herramientas y carpas hasta equipos médicos y artículos de camping, su plataforma permite tanto a particulares como a negocios reducir el consumo innecesario y alargar la vida útil de los productos.
Según su fundador, Carlos Luna Valdovinos, su modelo ha tenido un crecimiento mensual del 10% y planean expandirse a ciudades como Ciudad de México, Monterrey, Puebla, Querétaro y León.
Impulso a una cultura circular
La economía circular en México todavía enfrenta desafíos, como la falta de educación en consumo responsable, resistencias culturales y competencia desigual con modelos tradicionales de consumo.
Sin embargo, estas plataformas están demostrando que es posible construir negocios rentables, sostenibles y alineados con los objetivos ambientales del país.
En un entorno donde el consumo está limitado por la inflación y el bajo crecimiento, la economía circular en México representa una oportunidad clave para transformar el modelo productivo de México hacia uno más consciente, colaborativo y resiliente.
