El gobierno de Estados Unidos evalúa solicitar pena de muerte para Rafael Caro Quintero, en la continuación de la historia del narcotraficante que se había convertido en un objetivo en la lucha contra el tráfico de drogas.

El juez Frederic Block, de la Corte Federal de Brooklyn, en Nueva York, ha dado un plazo de 90 días a la fiscalía de Estados Unidos para decidir solicitar pena de muerte para Rafael Caro Quintero.
La decisión final sobre si se solicitará la pena máxima deberá tomarse antes del 25 de junio.

Caro Quintero, fundador y líder del extinto Cártel de Guadalajara, enfrenta cargos por el secuestro y asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985, así como otros delitos relacionados con el tráfico de drogas.

La captura de Caro Quintero en 2022, después de años de estar prófugo, fue una de las detenciones más esperadas por las autoridades estadounidenses.

Solicitar pena de muerte para Rafael Caro Quintero o no

En la reciente audiencia llevada a cabo en la Corte de Nueva York, se tomó la decisión de asignarle a Caro Quintero una nueva abogada con experiencia en casos complejos.

Este movimiento subraya la gravedad del proceso y la posibilidad de que el capo mexicano enfrente la pena máxima, una posibilidad que sus defensores intentarán evitar a toda costa.

La nueva defensa legal de Caro Quintero estará a cargo de un equipo especializado en litigios de alto impacto, dada la trascendencia del caso y la presión internacional que ha rodeado su extradición y juicio.

Los crímenes que persiguen a Caro Quintero

La fiscalía debe decidir si solicitar pena de muerte para Rafael Caro Quintero, el mexicano que nació en Sinaloa en 1952, Rafael Caro Quintero se convirtió en uno de los principales narcotraficantes de México y fundó el Cártel de Guadalajara en la década de los ochenta.

Su implicación en el asesinato de Enrique “Kiki” Camarena, agente encubierto de la DEA, marcó un punto de inflexión en la relación entre México y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

En 1985, Camarena y su chofer e informante, Alfredo Zavala, fueron secuestrados y posteriormente asesinados. Los cuerpos de ambos fueron hallados un mes después con signos evidentes de tortura, lo que generó indignación en el Gobierno estadounidense y motivó una intensa cacería contra Caro Quintero y otros líderes del cártel.

Tras su captura en Costa Rica en 1985, Caro Quintero fue sentenciado en México a 40 años de prisión.
Sin embargo, en 2013, un tribunal mexicano ordenó su liberación por supuestas irregularidades en su juicio, una decisión que fue revertida dos años después por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

Para entonces, Caro Quintero ya se había dado a la fuga y permaneció prófugo hasta su recaptura en 2022.

La DEA, que llegó a ofrecer hasta 20 millones de dólares por información que llevara a su arresto, ha calificado su detención como una victoria significativa en la lucha contra el crimen organizado. Ahora, la fiscalía de Estados Unidos evalúa si buscará la pena de muerte para el narcotraficante, una decisión que podría marcar un precedente en la extradición de criminales mexicanos.

Mientras se acerca la fecha límite del 25 de junio, el caso de Rafael Caro Quintero sigue generando gran expectativa, con la posibilidad de que el capo mexicano enfrente el castigo más severo del sistema judicial estadounidense.

La pena de muerte para Rafael Caro Quintero contra este delincuente terminaría así, una larga historia de traiciones, muerte y persecución.

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