La fuga de inversiones chinas en México se ha convertido en un tema de preocupación para el sector empresarial y para la economía nacional, luego de que el gobierno de Claudia Sheinbaum anunciara la imposición de nuevos aranceles a productos procedentes de China.
De acuerdo con la Cámara de Comercio México-China, la decisión de imponer tarifas de hasta 50% a bienes clave podría frenar la llegada de capitales chinos y provocar que empresas asiáticas reconsideren sus planes de expansión en territorio mexicano.
Aranceles que generan incertidumbre
La presidenta de la Cámara, Amapola Grijalva, señaló que la aplicación de estas medidas “ha generado una enorme incertidumbre”. Varias compañías chinas ya han detenido proyectos de inversión en México y analizan alternativas como Vietnam, donde encuentran condiciones más favorables.
Un ejemplo es el de una empresa de juguetes con presencia global que evalúa mudar su producción fuera del país, así como un fabricante de placas de PCBs que abastece a la industria de electrodomésticos en México. Con insumos incluidos en la lista arancelaria, su modelo de negocio quedó en riesgo, lo que pone en pausa el establecimiento de una nueva planta.
Aunque Grijalva evitó mencionar los nombres de estas compañías, dejó claro que la fuga de inversiones chinas en México ya es una realidad palpable.

El plan de Sheinbaum y su impacto
El gobierno federal presentó un paquete de más de 1,400 categorías de productos que enfrentarán tarifas de importación entre el 10% y el 50%. Entre ellos destacan automóviles, autopartes, acero, textiles, calzado y bienes de consumo.
El argumento oficial es proteger a la industria nacional frente a la competencia desleal, pero la Cámara de Comercio México-China advirtió que la medida podría tener efectos contraproducentes:
- Incremento de la inflación, ya que muchos de los bienes afectados no se producen en México.
- Desaceleración en la transición energética, porque impacta en autos eléctricos importados.
- Riesgo de contrabando, con la entrada ilegal de mercancías por el mercado negro.
La experiencia de 1994, cuando se impusieron cuotas indiscriminadas a miles de productos chinos, demostró que esas políticas generaron redes de comercio ilegal que aún persisten.
México y China: una relación estratégica en riesgo
China se ha consolidado como uno de los principales socios comerciales de México en sectores como el automotriz, autopartes, metalúrgico y tecnológico. La llegada de capital chino ha contribuido a la creación de empleos, transferencia de tecnología y crecimiento de las exportaciones mexicanas.
Sin embargo, la imposición de aranceles amenaza con modificar ese panorama. Una fuga de inversiones chinas en México podría impactar directamente en el crecimiento del sector industrial, en los costos de producción y en la competitividad de las cadenas de valor que integran a México dentro del T-MEC.
Advertencia del sector privado: Fuga de inversiones chinas en México
La Cámara de Comercio México-China insiste en que se deben buscar mecanismos de negociación en lugar de sanciones unilaterales. “Todos perdemos”, advirtió Grijalva, al recordar que las empresas chinas podrían llevarse empleos, innovación y recursos a otros países si no encuentran un clima favorable en México.
El organismo empresarial también enfatizó que la medida afectará tanto a trabajadores como a consumidores, quienes terminarán pagando precios más altos por productos básicos y, al mismo tiempo, perderán las oportunidades que trae consigo la inversión extranjera directa.
La pregunta clave para los próximos meses será si México logra mantener el flujo de capitales chinos o si la decisión de imponer aranceles desencadenará una fuga de inversiones chinas en México con consecuencias en empleo, inflación y desarrollo económico.
El reto para el gobierno de Claudia Sheinbaum será equilibrar la protección de la industria nacional con la necesidad de conservar la confianza de los inversionistas internacionales, en especial de un socio estratégico como China.