El huachicol fiscal en México se ha convertido en uno de los principales problemas para la economía nacional y la seguridad energética. Este 6 de septiembre de 2025, el Gobierno federal anunció un nuevo operativo que permitió detener a funcionarios y empresarios implicados en la importación ilegal de combustibles, un delito que provoca pérdidas millonarias al erario público.
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, informó que fueron asegurados 10 millones de litros de hidrocarburos en un buque atracado en el puerto de Tampico, Tamaulipas. Según las investigaciones, esta embarcación ingresó con documentos falsificados que la hacían pasar por un cargamento de aditivos y lubricantes, cuando en realidad transportaba diésel de contrabando.

Un delito que golpea al fisco en México
El huachicol fiscal en México no es solo el robo de combustibles mediante tomas clandestinas, sino también el contrabando técnico: el ingreso de gasolinas y diésel disfrazados como otros productos para evadir el pago del IEPS (Impuesto Especial sobre Producción y Servicios). Este gravamen, que va de 5,4 a 7 pesos por litro, es lo que convierte a este delito en un negocio millonario para el crimen organizado y en un quebranto para el Estado.
De acuerdo con especialistas del sector energético, el huachicol fiscal representa un boquete de hasta 177.000 millones de pesos al año, es decir, más de 9.200 millones de dólares. Esto equivale a una de las fugas más graves de ingresos fiscales en México, comparada incluso con la evasión en sectores como el comercio y la minería.
Funcionarios y empresarios bajo la lupa en México
Entre los detenidos figuran servidores públicos vinculados con la Secretaría de Marina (Semar) y empresarios que operaban en puertos estratégicos. Uno de los nombres que más llamó la atención fue el de Francisco Javier Antonio Martínez, señalado como familiar político del exsecretario de Marina, Rafael Ojeda.
El caso ha generado polémica debido a que, desde el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, existían acusaciones contra familiares del almirante por presuntas irregularidades en aduanas y puertos.
La actual administración asegura que no habrá tolerancia a la corrupción y que se actuará contra todos los involucrados, sin importar su nivel jerárquico.
¿Por qué persiste el huachicol fiscal en México?
A pesar de los decomisos y detenciones, el huachicol fiscal en México persiste debido a diversos factores:
- Corrupción institucional en aduanas y dependencias federales.
- Debilidad en la supervisión: apenas el 5% de las importaciones de combustibles son revisadas físicamente.
- Diferencias de precios: el combustible en Estados Unidos es más barato, lo que incentiva su contrabando.
- Participación del crimen organizado: cárteles como el CJNG, Sinaloa y Golfo ven en el contrabando de combustibles un negocio tan lucrativo como el narcotráfico.
La DEA de Estados Unidos ha advertido que este delito se ha convertido en una de las principales fuentes de financiamiento de grupos criminales, con redes de lavado de dinero transnacional que afectan tanto a México como al mercado energético norteamericano.
Impacto en la economía y en los consumidores en México
El huachicol fiscal no solo afecta a las finanzas del Estado, sino también a la industria automotriz y a los consumidores. La Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) ha alertado que el uso de combustibles de contrabando daña motores y aumenta los costos de mantenimiento para los propietarios de vehículos.
Además, este mercado negro distorsiona la competencia, ya que las gasolineras que compran combustible ilegal pueden ofrecer precios más bajos que aquellas que cumplen con la ley, dejando en desventaja a los distribuidores legales.
El reto para el Gobierno de Sheinbaum
El actual gobierno, encabezado por Claudia Sheinbaum, enfrenta un doble desafío: por un lado, garantizar la soberanía energética y reducir la dependencia de las importaciones; por el otro, cerrar las grietas legales y aduaneras que permiten el contrabando de combustibles.
México produce apenas 306.000 barriles diarios de gasolina, frente a una demanda que supera los 760.000 barriles.
Esta brecha obliga a importar más del 60% del consumo nacional, un escenario que facilita la entrada del huachicol fiscal en México.
Un problema estructural en México
El huachicol fiscal en México es un problema estructural que combina corrupción, crimen organizado y debilidad regulatoria. Aunque el reciente decomiso en Tampico representa un golpe importante, el reto sigue siendo enorme: blindar aduanas, cerrar espacios de impunidad y garantizar que los ingresos por impuestos energéticos lleguen a las arcas públicas.
Mientras exista una diferencia de precios y una frontera tan extensa con Estados Unidos, el huachicol fiscal en México seguirá siendo un negocio atractivo para las redes criminales. La batalla apenas comienza.
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