La mañana del lunes, 19 de mayo, se tiñó de sangre en la capital mexicana tras el asesinato de Ximena Guzmán, secretaria particular de la jefa de Gobierno Clara Brugada, y de José Muñoz, asesor también cercano a la mandataria capitalina.

El asesinato de Ximena Guzmán fue directo, planeado y ejecutado por un solo sicario que esperó cerca de 20 minutos antes de disparar a quemarropa.

El asesinato de Ximena Guzmán, ocurrido a las 7:13 horas en Calzada de Tlalpan y calle Napoleón, en la colonia Moderna de la alcaldía Benito Juárez, ha generado conmoción en la política local y ha puesto bajo presión a las autoridades encargadas de la seguridad en la Ciudad de México.

¿Cómo ocurrió el asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz?

Según los primeros reportes policiales y material videográfico compartido por el diario Reforma, el sicario vestía una chamarra blanca y un casco de motociclista.

El sicario que cometió el asesinato de Ximena Guzmán, fue captado por cámaras de seguridad esperando durante al menos 20 minutos sentado junto a un poste, vigilando el movimiento en la zona.

En ese momento, el vehículo Audi negro con placas C50BHK, donde se desplazaban las víctimas, se estacionó a un costado de Tlalpan.

Ximena Guzmán, quien conducía, esperaba a su compañero José Muñoz, quien se aproximaba por el lado derecho del vehículo.

Cuando Ximena abrió la puerta del copiloto para que Muñoz abordara, el asesino se levantó, se colocó justo de frente al automóvil y abrió fuego a quemarropa. Según los informes, al menos 10 disparos fueron detonados, impactando directamente en el parabrisas del auto, lo que acabó con la vida de ambos funcionarios.

El cuerpo de José Muñoz quedó tendido a cinco metros del vehículo, mientras que en la escena del crimen se localizaron 10 casquillos percutidos, prueba del ataque directo y preciso.

Tras el asesinato de Ximena Guzmán, el agresor huyó a pie en sentido contrario a Calzada de Tlalpan, rumbo al bajo puente, y descendió por las escaleras, perdiéndose entre el tránsito matutino.

Clara Brugada guarda silencio; crece presión política

Hasta el momento, Clara Brugada, actual jefa de Gobierno de la Ciudad de México, no ha emitido una declaración pública. Ximena Guzmán era su secretaria particular, una funcionaria de alto nivel con acceso directo a las decisiones clave del gobierno capitalino.

El asesinato de Ximena Guzmán ocurre a menos de un mes de las elecciones federales en México, un contexto altamente sensible en términos de violencia política. Este ataque no solo cobra la vida de dos colaboradores cercanos al poder, sino que también reaviva el debate sobre la seguridad en la capital, especialmente para funcionarios públicos.

Investigación en curso: ¿crimen político o ajuste de cuentas?

La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México ya ha abierto una carpeta de investigación por homicidio doloso calificado. De acuerdo con fuentes cercanas al caso, ya se analizan las cámaras del C5 para trazar la ruta de escape del sicario y determinar si hubo cómplices o vigilancia previa.

Algunas hipótesis que manejan los investigadores apuntan a un posible crimen con motivación política, dada la cercanía de las víctimas con Clara Brugada. Sin embargo, no se descarta un ajuste de cuentas o mensaje de advertencia, debido al modus operandi meticuloso y la precisión del ataque.

El gobierno capitalino, mediante una tarjeta informativa, aseguró que se está trabajando con todas las instancias de seguridad para dar con el paradero del autor material, así como identificar posibles autores intelectuales.

La violencia política en México: un fenómeno en ascenso

Este asesinato se suma a una larga lista de ataques contra funcionarios públicos en México. En lo que va del año, más de 30 aspirantes a cargos públicos han sido asesinados en todo el país, según informes de organizaciones civiles.

La Ciudad de México, históricamente considerada como una zona más segura en comparación con otras entidades, ha visto un aumento en los ataques selectivos, lo que ha generado una alerta entre servidores públicos y figuras políticas.

La muerte de Ximena Guzmán y José Muñoz evidencia una sofisticación en el modus operandi de los grupos criminales, que operan incluso a plena luz del día y en zonas céntricas de la ciudad.

Asesinato de Ximena Guzmán ¿Quién era?

Ximena Guzmán, de 38 años, era reconocida por su trayectoria política y su cercanía con Clara Brugada. Se había desempeñado como coordinadora de agenda y logística durante la campaña electoral de Brugada y posteriormente fue nombrada como secretaria particular de la Jefa de Gobierno, un puesto de máxima confianza.

Quienes la conocían la describen como una mujer comprometida, trabajadora y profundamente leal. Su trágica muerte ha causado consternación en el entorno político de Morena, partido al que pertenecía.

José Muñoz, otro funcionario ejecutado

José Muñoz, de 45 años, era asesor en temas de planeación y políticas públicas. Excolaborador en el Congreso capitalino y con experiencia en administración pública, se había unido al equipo de Brugada como parte de la transición tras su llegada al cargo de jefa de Gobierno.

Su asesinato, al igual que el de Guzmán, pone en evidencia que los agresores sabían exactamente a quién buscaban y que el ataque no fue aleatorio.

¿Qué se sabe del sicario?

A pesar de que aún no se ha revelado la identidad del autor material, las autoridades ya cuentan con material visual que podría permitir su localización. Las imágenes muestran a un hombre delgado, con chamarra blanca, casco de motociclista y actitud relajada, como si conociera perfectamente el momento exacto en el que debía actuar.

El hecho de que esperara más de 20 minutos junto a un poste sin levantar sospechas, revela un grado de sangre fría y planeación pocas veces visto en crímenes de esta índole en la capital.

En redes sociales, diversas figuras públicas han exigido una investigación a fondo y un pronunciamiento inmediato del gobierno de la ciudad. “Este crimen no puede quedar impune”, escribieron en X (antes Twitter) varios legisladores y simpatizantes de Morena.

Organizaciones como Causa en Común y el Observatorio Nacional Ciudadano también se han pronunciado, alertando sobre el riesgo de que este asesinato marque un nuevo capítulo de violencia electoral y política en el país.

El asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz, colaboradores cercanos a Clara Brugada, representa uno de los eventos más graves en lo que va del año en la Ciudad de México. La forma en que fue ejecutado el crimen —con precisión, planeación y a plena luz del día— muestra que la impunidad y el crimen organizado siguen penetrando incluso en los niveles más altos del poder público.

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