Ciudad de México, 11 de julio de 2025Ovidio Guzmán se declaró culpable ante una corte federal en Chicago, Estados Unidos, en un giro judicial que podría representar un parteaguas en la lucha contra el narcotráfico internacional.

La confesión del hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán no solo confirma su papel como líder del Cártel de Sinaloa, sino que también abre la puerta a una posible sentencia reducida a cambio de colaboración con la justicia estadounidense.

La noticia hoy es “Ovidio Guzmán se declaró culpable”, pero es posible que exista una cadena de consecuencias a futuro contra el mundo del narcotráfico.

La noticia sacudió a la opinión pública mexicana: Ovidio Guzmán se declaró culpable de cuatro de los 12 cargos que pesaban en su contra, entre ellos los más graves, como tráfico de drogas, lavado de dinero, participación en una empresa criminal continua y uso ilegal de armas de fuego. A sus 35 años, “El Ratón” podría evitar la cadena perpetua si cumple con los términos del acuerdo con la fiscalía.

¿Qué implica que Ovidio Guzmán se haya declarado culpable?

La declaración de culpabilidad es parte de un acuerdo negociado entre los abogados de Guzmán y fiscales federales de EE.UU.

Según documentos judiciales, Guzmán firmó el pasado 30 de junio una confesión en la que acepta los delitos y se compromete a colaborar con las autoridades. Esto incluye testificar contra otros miembros del Cártel de Sinaloa, organización criminal de la que se reconoce como líder.

Durante la audiencia del viernes 11 de julio, la jueza Sharon Johnson Coleman preguntó directamente si había tomado la decisión libremente y con asesoría legal. Guzmán respondió afirmativamente, y aunque mencionó que recibe tratamiento por depresión, aseguró que su juicio no está alterado por la medicación.

El periodista mexicano Arturo Ángel, quien dio seguimiento a la audiencia, informó que Ovidio aceptó además pagar 80 millones de dólares (aproximadamente mil 600 millones de pesos mexicanos) al gobierno estadounidense como parte del acuerdo judicial.

¿Cuándo se dictará la sentencia de Ovidio Guzmán?

La jueza Coleman programó la audiencia de sentencia dentro de seis meses. Para entonces, el gobierno de EE.UU. evaluará si Guzmán cumplió con las condiciones de cooperación. De ser así, podría evitar la cadena perpetua e incluso recibir una pena considerablemente menor a la que enfrentaría de otra forma.

De confirmarse su colaboración activa, se especula que podría ser transferido al programa de protección de testigos, lo que garantizaría un nuevo inicio bajo identidad distinta, como ha ocurrido con otros grandes capos que han negociado con el sistema judicial estadounidense.

¿A quién podría delatar Ovidio Guzmán?

El acuerdo judicial señala que Guzmán estaría dispuesto a testificar contra otros integrantes del Cártel de Sinaloa. Si bien no se revelaron nombres específicos, analistas creen que uno de los objetivos clave podría ser Ismael “El Mayo” Zambada, el histórico líder del cártel, cuya detención ha sido prioritaria para la DEA desde hace años.

También podría colaborar en casos contra “El Güero” Joaquín Guzmán López, su hermano, o contra figuras que han operado en alianza con cárteles rivales como el CJNG (Cártel Jalisco Nueva Generación). En este contexto, la información que posee Ovidio sobre rutas de tráfico de fentanilo, vínculos políticos y operaciones financieras ilícitas resulta de enorme valor para la justicia estadounidense.

El ascenso y caída de “El Ratón”: Ovidio Guzmán se declaró culpable

Ovidio Guzmán se declaró culpable en un momento clave para el combate al tráfico de fentanilo, la droga más letal del siglo XXI. Su figura ha sido central en la expansión del Cártel de Sinaloa, especialmente en la producción y exportación de esta sustancia hacia EE.UU., que enfrenta una crisis de salud pública por sobredosis.

Nacido el 29 de marzo de 1990 en Culiacán, Sinaloa, Ovidio es hijo de Joaquín Guzmán Loera y Griselda López Pérez. Desde joven estuvo inmerso en el mundo del narcotráfico. Aunque durante años permaneció en el anonimato, tras la captura y extradición de su padre, él y sus hermanos –conocidos como “Los Chapitos”– tomaron el control de una facción del cártel.

En octubre de 2019, Ovidio fue protagonista del “Culiacanazo”, cuando las fuerzas federales mexicanas intentaron capturarlo, pero ante una respuesta armada del cártel, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ordenó su liberación para evitar una masacre. Este episodio fue un parteaguas en la seguridad nacional y la política antidrogas del país.

Su captura y extradición a EE.UU.

En enero de 2023, tras una operación de alto nivel en Sinaloa, Ovidio Guzmán fue capturado nuevamente. A diferencia de 2019, esta vez las autoridades mexicanas no cedieron. Semanas después, fue extraditado a EE.UU., donde enfrentó una larga lista de cargos.

Durante su proceso, 17 familiares de Guzmán se entregaron voluntariamente a las autoridades estadounidenses. Se presume que también serán incluidos en programas de protección de testigos, con nuevos nombres, residencia y números de seguridad social para rehacer sus vidas en el anonimato.

¿Qué enfermedades padece Ovidio Guzmán?

Durante la audiencia que al final deja que Ovidio Guzmán se declaró culpable, el capo sinaloense reveló que se encuentra en tratamiento por depresión, aunque dejó en claro que su condición médica no interfirió con su capacidad de entender el proceso legal ni con la toma de decisiones.

Este detalle fue importante para validar su declaración y así determinara que Ovidio Guzmán se declaró culpable.

El impacto para México y la 4T

Tras los hechos de que Ovidio Guzmán se declaró culpable representa un triunfo parcial para el gobierno de Estados Unidos, pero deja en evidencia los desafíos de México en el combate al narcotráfico. Si bien la detención y extradición fueron presentadas como logros del gobierno federal, la cooperación judicial directa entre un capo de alto perfil y la justicia estadounidense también demuestra los límites del sistema de justicia nacional.

El caso podría tener implicaciones profundas en la política mexicana. Si Guzmán entrega información sobre redes de corrupción, financiamiento ilícito o vínculos con actores del Estado, se desataría una nueva ola de investigaciones que podrían llegar hasta las altas esferas del poder.

¿Un nuevo capítulo en la guerra contra el narco?

La confesión de Ovidio Guzmán marca un punto de inflexión en la historia reciente del narcotráfico mexicano.

Más allá de las repercusiones legales inmediatas, su colaboración podría abrir un nuevo frente en la lucha contra los cárteles, poniendo en jaque a quienes aún controlan operaciones desde la clandestinidad.

Ovidio Guzmán se declaró culpable, pero la verdadera pregunta es: ¿hasta dónde está dispuesto a hablar? Lo que revele podría reconfigurar el mapa del crimen organizado y, quizá, escribir el capítulo final de uno de los imperios criminales más poderosos del continente.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *