Las negociaciones comerciales con Canadá entraron en una fase crítica este viernes 27 de junio, luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara que las da oficialmente por terminadas.
La medida responde a la decisión del gobierno canadiense de implementar un impuesto a los servicios digitales, que afectaría directamente a gigantes tecnológicos estadounidenses como Google, Apple, Meta (Facebook), Amazon y Microsoft.
En una publicación en su plataforma Truth Social, Trump calificó el nuevo tributo como un “ataque directo y flagrante” contra Estados Unidos.
“Debido a este impuesto escandaloso, damos por terminadas todas las negociaciones comerciales con Canadá, con efecto inmediato”, escribió el mandatario republicano, endureciendo el tono hacia su vecino del norte, y así poniendo un corte a las negociaciones comerciales con Canadá.
Además, Trump advirtió que su administración anunciará en los próximos siete días un nuevo arancel específico para Canadá, que regirá todas las operaciones comerciales con empresas estadounidenses.
“Le haremos saber a Canadá el Arancel que estarán pagando para hacer negocios con Estados Unidos dentro del próximo período de siete días”, subrayó Trump.

Impuesto digital canadiense agrava las tensiones
El conflicto comercial se centra en el impuesto a los servicios digitales que Canadá planea comenzar a recaudar a partir del 30 de junio de 2025.
Esta medida apunta a empresas con ingresos globales superiores a 1,100 millones de dólares canadienses y con más de 20 millones de dólares canadienses generados por usuarios en Canadá.
Aunque el gobierno canadiense sostiene que el impuesto busca corregir una “desigualdad fiscal” en la economía digital, Washington lo ve como una carga injusta sobre sus empresas tecnológicas. Estados Unidos ya había solicitado el año pasado un mecanismo de solución de controversias sobre el tema, sin resultados concretos.
El ministro de Comercio de Canadá, François-Philippe Champagne, confirmó recientemente que la medida sigue vigente y será aplicada tanto a compañías extranjeras como nacionales que superen el umbral de ingresos digitales.
Para Canadá, el nuevo impuesto representa una cuestión de “soberanía fiscal”, mientras que para EE. UU. es un golpe directo a su sector tecnológico.
Acuerdo comercial en riesgo: negociaciones comerciales con Canadá
El primer ministro canadiense, Mark Carney, también reaccionó esta semana y advirtió que si no se alcanza un acuerdo comercial bilateral en los próximos 30 días, Canadá ajustará los aranceles del 25% sobre el acero y el aluminio estadounidenses. Estas tarifas fueron impuestas inicialmente como represalia tras la duplicación de gravámenes por parte de la administración Trump.
“Estamos preparados para responder si Estados Unidos no da marcha atrás”, afirmó Carney, agregando que su gobierno continuará defendiendo los intereses de los productores canadienses y la fiscalidad justa para empresas digitales.
Impacto sobre el T-MEC y la economía regional
Aunque algunos sectores del comercio bilateral aún están protegidos por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), las crecientes tensiones entre Washington y Ottawa ponen en riesgo la estabilidad de los acuerdos regionales. La terminación de las negociaciones comerciales con Canadá podría tener consecuencias económicas significativas para ambas naciones, especialmente en sectores como tecnología, acero, aluminio y servicios financieros.
El presidente Trump también señaló que Canadá “está copiando a la Unión Europea” al implementar este tipo de tributo digital, lo que considera un modelo fiscal perjudicial para la innovación y las empresas estadounidenses.
Estados Unidos busca respaldo global contra impuestos digitales
Mientras se profundiza la disputa con Canadá, con las negociaciones comerciales con Canadá en “cero” el secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, anunció que el país ha alcanzado un acuerdo con el G7 y la OCDE para excluir a las multinacionales estadounidenses del impuesto mínimo global del 15% previsto en el Pilar 2 del Acuerdo Fiscal Global. Esto reforzaría la posición de Washington ante medidas fiscales extranjeras consideradas hostiles.
“Los impuestos del Pilar 2 de la OCDE no se aplicarán a las empresas estadounidenses y trabajaremos de manera cooperativa para implementar este acuerdo en el marco inclusivo OCDE-G20 durante las próximas semanas”, señaló Bessent.
Escenario incierto y sin fecha clara para reanudar el diálogo
Hasta el momento, la fecha límite para lograr un nuevo pacto bilateral era el 9 de julio de 2025, pero la decisión de Trump de suspender abruptamente las negociaciones comerciales con Canadá ha dejado el calendario sin efecto.
Analistas económicos advierten que esta ruptura podría escalar en una guerra comercial abierta, especialmente si Canadá responde con medidas recíprocas más severas. Además, la incertidumbre afecta no solo a las empresas directamente implicadas, sino también a los consumidores y a los mercados bursátiles, que ya muestran signos de volatilidad.
Por ahora, ambos gobiernos parecen dispuestos a mantener sus posiciones firmes, lo que augura un período de tensión prolongado y una eventual renegociación bajo condiciones mucho más complejas.