Tulum, en México, atraviesa una etapa decisiva para su reposicionamiento turístico. Tras varios meses de desaceleración en la llegada de viajeros, marcada por variaciones en la ocupación hotelera y presiones estructurales derivadas del crecimiento urbano, el destino cerró este mes con una ocupación de 75.8%, una cifra que, si bien no marca un récord, sí representa un primer indicio de recuperación después de la caída observada durante la temporada baja de 2025.
Así lo informó la secretaria de Turismo, Josefina Rodríguez Zamora, durante una conferencia de prensa en Palacio Nacional.
La funcionaria explicó que Tulum había enfrentado una combinación de factores que afectaron el desempeño turístico: incrementos de precios, incidentes de inseguridad, limitado acceso a playas públicas y la persistencia de problemas ambientales como el sargazo. Estos elementos, sumados a la saturación del crecimiento urbano y a la presión sobre los servicios de agua y saneamiento, generaron una percepción negativa que derivó en menor afluencia y contracción del consumo local.
Un destino que venía de una baja sostenida
Los reportes de ocupación hotelera entre finales de septiembre y principios de octubre evidenciaron una tendencia a la baja. Prestadores de servicios turísticos indicaron que las reservas de último minuto, antes frecuentes entre turistas nacionales, mostraron una caída sensible. Comerciantes de la zona señalaron disminuciones en ventas, mientras que transportistas que operan entre Tulum y otros puntos de la Riviera Maya ajustaron frecuencias ante la reducción de pasajeros.
Este conjunto de síntomas encendió alertas dentro del sector, que ya venía enfrentando un escenario complejo: operaciones hoteleras más caras, aumento en costos de servicios, presión inmobiliaria y la necesidad de mantener tarifas competitivas para no desplazar a los turistas hacia destinos cercanos como Playa del Carmen, Puerto Morelos o Mahahual.

“Tulum Renace”: una estrategia para recuperar competitividad
Frente a este panorama, el gobierno federal puso en marcha “Tulum Renace: más justo, más seguro y más sostenible”, una estrategia integral de 128 acciones que buscan reposicionar al destino, mejorar la experiencia del visitante y ordenar la actividad económica vinculada al turismo.
Uno de los pilares clave del plan es la regulación ordenada de atractivos turísticos, con un monitoreo constante de precios a través del esquema “Quién es quién”. El objetivo es evitar sobrecostos excesivos, prácticas irregulares o diferencias injustificadas entre prestadores que deterioran la percepción del turista y generan presión inflacionaria en el destino.
A ello se suma una nueva campaña de promoción turística, también llamada “Tulum Renace”, que será desplegada tanto a nivel nacional como internacional. La estrategia incluye además una cartelera cultural y de eventos de alto impacto, diseñada para atraer visitantes durante todo el año y reducir la marcada estacionalidad que caracteriza al destino.
Acceso a playas: un tema económico, social y reputacional
Uno de los temas más sensibles para la competitividad de Tulum es el acceso a playas públicas. Durante meses, organizaciones civiles y residentes acusaron restricciones, bloqueos o costos excesivos para entrar a zonas costeras que deberían ser de acceso libre. Ante ello, la secretaria de Turismo informó que ya fueron habilitados dos accesos públicos en el Parque del Jaguar, completamente gratuitos para nacionales, extranjeros y residentes.
Adicionalmente, se abrieron dos nuevos accesos en la zona hotelera, ubicados en los kilómetros 4.5 (Playa Conchitas) y 5.5, con la promesa de que se abrirán más. Estas medidas buscan contrarrestar la percepción de exclusividad que se había generado alrededor del destino y permitir que más turistas —incluido el mercado nacional, cada vez más relevante— puedan disfrutar de las playas sin restricciones.
Rodríguez Zamora señaló que estos accesos no solo responden a una demanda social, sino que también tienen impacto económico: a mayor acceso y movilidad, mayor consumo local y mayor actividad económica diversificada, beneficiando a pequeños comerciantes, guías, transportistas y actores vinculados a actividades recreativas.
Tarifas ordenadas para turistas nacionales y extranjeros
Como parte del proceso de regulación, las autoridades establecieron un esquema de tarifas unificadas para el Parque del Jaguar y la Zona Arqueológica de Tulum. Este esquema estará vigente desde mediados de noviembre hasta finales de diciembre y se repetirá en 2026.
El objetivo económico de esta medida es claro: evitar disparidades en precios, contener la inflación turística y dar certidumbre al visitante respecto al costo de los principales atractivos del destino. La diferenciación se mantiene únicamente entre nacionales y extranjeros, en línea con estándares internacionales.
El aeropuerto de Tulum y la llegada de más viajeros
El dinamismo turístico también está asociado al crecimiento del Aeropuerto Internacional de Tulum, que entre enero y octubre recibió 1.3 millones de viajeros. Con el inicio de la temporada alta en noviembre, se espera un aumento significativo, especialmente desde los mercados de Estados Unidos y Canadá, los dos principales emisores de turistas hacia México.
La Secretaría de Turismo informó además que, entre enero y septiembre, ingresaron a México 37.7 millones de turistas internacionales, lo que confirma la posición del país como uno de los destinos más atractivos de América del Norte. Este flujo se espera que favorezca también a Tulum durante los meses de invierno.
Los retos estructurales: agua, drenaje y sargazo
A pesar de los avances anunciados, Tulum todavía enfrenta importantes desafíos estructurales que tienen impacto directo en su sostenibilidad económica y ambiental.
El acelerado crecimiento urbano de los últimos años no fue acompañado de una expansión proporcional de las redes de drenaje, plantas de tratamiento, pozos y sistemas de agua potable. Esto provocó descargas irregulares, saturación de servicios y presión sobre el manto freático, un recurso esencial para la región.
Dependencias estatales y municipales han documentado estos problemas y, aunque ya se programan obras de rehabilitación y mantenimiento, aún existe un rezago considerable. La autoridad estatal del agua reporta que ha desplegado cuadrillas de mantenimiento y protocolos de operación, pero advierte que el crecimiento turístico sigue poniendo presión sobre la capacidad instalada.
En cuanto al sargazo, si bien ha habido periodos controlados, el fenómeno continúa representando un riesgo para la actividad turística, sobre todo en temporadas de alta concentración. Su manejo requiere inversiones constantes y coordinación entre entidades públicas y privadas.
Un destino en recuperación, pero en transición
El repunte a 75.8% de ocupación hotelera indica que Tulum está entrando en una fase de recuperación, pero no significa que los problemas estén resueltos. El destino se encuentra en una transición hacia un modelo más ordenado y sostenible, en el que la regulación, el acceso público, la certidumbre en precios y la inversión en infraestructura serán determinantes.
La estrategia “Tulum Renace” busca atacar simultáneamente problemáticas coyunturales y estructurales. No obstante, su éxito dependerá de la coordinación entre gobierno, sector privado y comunidad local, así como de la capacidad del destino para mantener estándares de seguridad, ordenamiento territorial y manejo ambiental.
Si Tulum logra consolidar estos cambios, podría recuperar su atractivo no solo como destino turístico, sino también como ejemplo de turismo sostenible con impacto económico equilibrado. Por ahora, la recuperación luce posible, pero aún en proceso.

