Los trabajadores agrícolas en Estados Unidos, en su mayoría, son mexicanos o descendientes, por lo que las políticas migratorias de Donald Trump verían afectado este sector.

Al respecto, las autoridades de México están pensando en las acciones que pueden tomar para mitigar el efecto de las deportaciones masivas.

Pese a ello, el sector de migrantes trabajadores agrícolas en Estados Unidos ha manifestado su rechazo y prevén tomar medidas.

Las acciones a tomar desde México

Sobre ello, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reiteró que es necesario que las autoridades deben estar preparadas ante la posibilidad de deportaciones masivas desde Estados Unidos, incluso mientras persisten los esfuerzos de diálogo bilateral.

Al respecto, destacó dos líneas principales de acción:

Fortalecimiento de los consulados mexicanos en Estados Unidos: Con lo que se buscará que el canciller, en coordinación con los cónsules, trabaja en la mejora de los servicios consulares, incluyendo la digitalización de trámites, atención personalizada y asesoría jurídica para proteger a los connacionales, lo cual se presentará en los próximos días.

Planes de recepción y reintegración en México: La Secretaría de Gobernación coordina un plan con gobernadores de los estados fronterizos para garantizar una recepción digna a los connacionales en caso de darse las deportaciones.

Por otro lado, la titular del Ejecutivo federal subrayó la importancia de los migrantes mexicanos para ambas economías, destacando su aporte tanto en los campos agrícolas como en otras áreas de la economía del país vecino del norte.

Pero la presidenta de México dejó clara una cifra que es dilapidaría, pues 7 de cada 10 trabajadores agrícolas en Estados Unidos son mexicanos.

“7 de cada 10 trabajadores agrícolas, o son mexicanos nacidos en México o son de segunda generación de mexicanos que se fueron en otro momento, es decir, no comería Estados Unidos si no fuera por las y los trabajadores del campo mexicanos”, precisó la presidenta de México

Cabe recordar que Donald Trump montó su campaña sobre una retórica racista que prometió la deportación masiva de inmigrantes. Hasta ahora, eligió a extremistas de la antiinmigración como Stephen Miller, Thomas Homan y Kristi Noem para ocupar altos cargos en su Gobierno.

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La amenaza contra los migrantes trabajadores agrícolas en Estados Unidos

La gestión de Trump representa una amenaza para millones de trabajadores inmigrantes en Estados Unidos, incluidos los migrantes trabajadores agrícolas en Estados Unidos, cuya gran parte está indocumentada.

Más allá de las deportaciones masivas y las redadas en los lugares de trabajo, se prevé un retroceso en materia de regulaciones para proteger a los trabajadores frente a condiciones de calor extremo y en las normativas sobre uso de agrotóxicos, además de una aceleración de programas sumamente abusivos, como el H2A, que fomenta la contratación temporal de trabajadores extranjeros para tareas agrícolas.

Al mismo tiempo, los trabajadores agrícolas en Estados Unidos cuentan con una tradición de organización desafiante y que inspira orgullo.

No es un secreto que la totalidad del sistema alimentario estadounidense depende de su trabajo.

Se estima que hay entre 2,5 y 3 millones de trabajadores agrícolas en Estados Unidos.

De ellos, el 80 por ciento se identifica de origen hispano o latino y el 68  por ciento nació en México.

Según el Departamento de Trabajo, el 53 por ciento de estos trabajadores son indocumentados, el 25 por ciento son ciudadanos estadounidenses y el 21 por ciento son residentes permanentes autorizados.

Cabe destacar que el aumento de la inmigración se ha dado sobre todo desde la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) en 1994, por el que dos millones de agricultores mexicanos se han quedado sin trabajo, según reporta la organización Estudiantes en Acción con Campesinos.

Algún gobierno regional de México tiene el programa de movilidad externa, pero reuslta insuficiente la oferta.

Por ejemplo, en muchos casos se pide tener experiencia en actividades agrícolas, para obtener la oportunidad de laborar en Estados Unidos y Canadá.

En Estados Unidos forma parte del Programa H-2A permite que empleadores o agentes estadounidenses que cumplen con requisitos reglamentarios específicos traigan extranjeros a Estados Unidos con el propósito de llenar puestos de empleos temporales en la agricultura.

Un empleador, un agente estadounidense según descrito en la reglamentación, o una asociación estadounidense de productores agrícolas denominada como un empleador conjunto, deben presentar el Formulario I-129, Petición de Trabajador No Inmigrante a nombre del posible empleado.

La realidad es que son pocos los que logran acceder a esta visa, y por ello, muchos prefieren pasar la frontera de manera irregular.

En gran parte de los campos en California y Texas, la masa laboral es latina, y de estos, la gran mayoría es mexicana.

Sobre la deportación de migrantes trabajadores agrícolas en Estados Unidos, el sector agropecuario expresó su preocupación, y con toda razón.

El sector agroalimentario expresó su preocupación ante las promesas del presidente electo Donald Trump de llevar a cabo deportaciones masivas, una medida que podría desestabilizar la cadena de suministro alimentario del país.

Según datos de los departamentos de Trabajo y Agricultura de Estados Unidos, cerca de la mitad de los aproximadamente 2 millones de trabajadores agrícolas carecen de estatus legal, al igual que muchos empleados en industrias como la lechería y el procesamiento de carne.

La industria agroalimentaria continúa presionando por reformas migratorias que permitan a los trabajadores permanecer en el país de manera legal.

No obstante, los esfuerzos legislativos para reformar el sistema migratorio han fracasado repetidamente en las últimas décadas generando zozobra entre trabajadores agrícolas en Estados Unidos.

Consecuencias de las deportaciones masivas de trabajadores agrícolas

Para algunos analistas, una deportación masiva en el campo, puede provocar un aumento de los productos de consumo.

“¿Qué consecuencias negativas podrían tener las deportaciones masivas de trabajadores agrícolas en Estados Unidos? Para empezar, el aumento del precio de los alimentos”, señala Tad Weber, articulistas de Los Angeles Times.

Si un agricultor no puede cosechar completamente una cosecha debido a una escasez de mano de obra, cualquier cosecha que logre recoger será más valiosa y, por lo tanto, más cara cuando finalmente llegue al supermercado.

Los estadounidenses probablemente también tendrán que depender de productos importados. Los productores de otros países verán la oportunidad de aumentar los precios.

Estados Unidos se ha beneficiado durante mucho tiempo de un sistema de producción de alimentos de bajo costo basado en productos cultivados localmente.

Si Estados Unidos comienza a depender de otros países para sus alimentos, los costos aumentarán y la seguridad nacional se verá debilitada.

La agricultura es una parte importante de la economía del condado de Fresno. El condado es una de las regiones de mayor crecimiento del país y representó $8.5 mil millones en ingresos brutos en 2023.

Un poco más al sur, el condado de Tulare es otro de los que presenta un desempeño destacado, con $7.9 mil millones en ventas brutas en 2023.

No se sabe a ciencia cierta si la amenaza de deportaciones masivas se concrete, pero sí está generando mucho miedo al sector de trabajadores agrícolas en Estados Unidos.

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