La inflación de Estados Unidos en abril de 2025 mostró una desaceleración inesperada, ofreciendo un respiro tanto a consumidores como a inversionistas en medio de la tensión comercial con China.
Según datos publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales este martes, el índice de precios al consumidor (IPC) subyacente —que excluye alimentos y energía— aumentó apenas un 0.2 % respecto a marzo, marcando el tercer mes consecutivo por debajo de las expectativas.
A nivel anual, la inflación subyacente se ubicó en 2.3 %, lo que sugiere que los aumentos de costos derivados de los aranceles aún no se han trasladado completamente a los precios finales.
¿Por qué la inflación de Estados Unidos en abril sorprendió al mercado?
El informe del IPC revela que las categorías más expuestas a aranceles, como la ropa y los automóviles nuevos, no registraron aumentos de precios significativos. Economistas atribuyen esto a dos razones principales:
- Muchos productos importados aún provienen de inventarios anteriores a la imposición de aranceles.
- Empresas importadoras y minoristas están absorbiendo los costos adicionales en lugar de trasladarlos al consumidor, al menos por ahora.
Brian Coulton, economista jefe de Fitch Ratings, advirtió que esta situación podría ser temporal. “Podríamos estar en un punto óptimo para las tendencias de inflación subyacente. Los precios de los bienes aún no reflejan el impacto de las subidas arancelarias, pero esto podría cambiar en los próximos meses”.
¿Cuál es el impacto de los aranceles en la inflación?
Aunque la inflación de Estados Unidos en abril fue contenida, persisten riesgos a mediano plazo. A principios de año, el gobierno de Estados Unidos implementó aranceles que elevaron los costos de importación hasta un 145 % para ciertos productos provenientes de China. Sin embargo, un acuerdo temporal alcanzado el fin de semana redujo esos aranceles al 30 % por un plazo de 90 días.
Este alivio comercial ayudó a calmar las previsiones más alarmistas, pero según Bloomberg Economics, la presión podría resurgir si se generan cuellos de botella en los puertos durante el período de reabastecimiento. De ocurrir, los precios del IPC podrían repuntar rápidamente.
Servicios y ocio, las víctimas silenciosas de la inflación
Otro hallazgo clave en el informe de abril fue la debilidad en categorías de servicios, especialmente en viajes y recreación, lo que indica que los consumidores están comenzando a recortar gastos no esenciales. Este patrón sugiere una desaceleración en el consumo, posiblemente en reacción a la incertidumbre económica y al impacto acumulado de los precios altos en meses anteriores.
Las empresas también enfrentan desafíos: gigantes como Nintendo y Procter & Gamble han advertido que podrían trasladar los costos arancelarios a los consumidores, aunque aún no está claro si la demanda soportará esos aumentos.

¿Cómo reacciona la Reserva Federal ante estos datos?
Con la inflación de Estados Unidos en abril moderada, el escenario se vuelve más favorable para posibles recortes de tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed). Actualmente, el banco central ha optado por mantener las tasas sin cambios, pero el mercado anticipa al menos dos recortes en lo que resta del año, especialmente si la presión inflacionaria sigue contenida.
La reacción inmediata de los mercados financieros fue positiva: el S&P 500 abrió al alza, los bonos del Tesoro se fortalecieron y el dólar retrocedió frente a otras monedas.
Caen los precios de alimentos; suben los muebles y electrodomésticos
Entre las sorpresas de la inflación de Estados Unidos en abril destaca la fuerte caída en los precios de comestibles, marcando el descenso más pronunciado desde 2020.
En particular, los precios de los huevos bajaron a niveles no vistos desde 1984, lo que alivió ligeramente los bolsillos de los hogares.
Sin embargo, los precios de muebles y electrodomésticos se dispararon, una tendencia preocupante dado que estos son productos mayoritariamente importados. Esto refuerza la idea de que la inflación subyacente podría rebotar en los próximos meses cuando se agoten los inventarios antiguos.
El T-MEC entra en escena: revisión adelantada
En medio de este escenario económico, el canciller mexicano Marcelo Ebrard confirmó que se adelantará la revisión del T-MEC a este año, lo que podría reconfigurar las reglas comerciales entre Estados Unidos, México y Canadá. El objetivo sería asegurar condiciones más estables ante la volatilidad generada por los aranceles unilaterales.
Esta revisión podría jugar un papel crucial si se busca evitar que el conflicto comercial con China afecte indirectamente a las exportaciones mexicanas, que actualmente se benefician de su cercanía geográfica y su rol clave en las cadenas de suministro norteamericanas.
¿Qué esperar para los próximos meses?
Aunque la inflación de Estados Unidos en abril fue más baja de lo esperado, los economistas advierten que este alivio podría ser temporal. Las tendencias apuntan a:
- Un repunte de la inflación en bienes importados, cuando lleguen nuevos productos sujetos a aranceles.
- Presión sobre los servicios si los consumidores continúan recortando el gasto discrecional.
- Mayor incertidumbre comercial si el conflicto con China no se resuelve tras el período de gracia de 90 días.
El panorama general es de moderado optimismo, con señales de que Estados Unidos podría evitar una recesión si los aranceles no escalan nuevamente. Sin embargo, el riesgo de una inflación persistente —aunque contenida— sigue latente.
📌 Conclusión
La inflación de Estados Unidos en abril dejó un mensaje claro: aún hay margen para controlar los precios, pero los desafíos persisten. El efecto real de los aranceles todavía no se ha sentido del todo, y cualquier cambio en la política comercial podría alterar rápidamente el panorama.
Para consumidores, empresas y bancos centrales, este es un momento clave para observar de cerca cómo evoluciona el costo de vida y qué decisiones tomarán los responsables de la política económica.