El Plan de recortar empleos en Departamento de Estado tomó un nuevo giro este jueves, cuando el gobierno del expresidente Donald Trump notificó formalmente al Congreso su intención de implementar una amplia reorganización del Departamento de Estado.
El Plan de recortar empleos en el Departamento de Estado es una medida que contempla la eliminación de miles de puestos y una reorientación ideológica de varias oficinas clave.

Plan de recortar empleos en Departamento de Estado: Medidas
El plan de recortar empleos en Estados Unidos forma parte de una estrategia más amplia impulsada por Trump para reducir la burocracia federal y alinear las funciones del gobierno con su visión de política exterior basada en el lema “Estados Unidos primero”.
Entre los principales cambios figura la transformación de la oficina de derechos humanos para enfocarse en los llamados “valores occidentales”, así como una modificación en la oficina de refugiados, que ahora dará prioridad al retorno de migrantes a sus países de origen.
El secretario de Estado, Marco Rubio, explicó que el Plan de recortar empleos en Departamento de Estado no solo busca reducir costos, sino también aumentar la eficiencia institucional.
“El plan de reorganización dará lugar a un Departamento más ágil, mejor equipado para promover los intereses de Estados Unidos y mantener a los estadounidenses seguros en todo el mundo”, aseguró Rubio en un comunicado oficial sobre el plan de recortar empleos en Estados Unidos
Según la notificación enviada al Congreso, más de 300 de las 734 oficinas del Departamento serán racionalizadas, fusionadas o eliminadas como medida inicial del Plan de recortar empleos en Departamento de Estado.
Como parte de este Plan de recortar empleos en Departamento de Estado, se estima una reducción de 3,448 puestos de trabajo, afectando principalmente a funcionarios y empleados del servicio exterior. Alrededor de 2,000 trabajadores serán despedidos directamente, mientras que 1,500 enfrentarán dimisiones diferidas.
Cabe destacar que el jueves no se anunciaron recortes para el personal estadounidense destinado en el extranjero ni para empleados contratados localmente.
Aun así, el Plan de recortar empleos en Departamento de Estado continúa generando controversia entre legisladores y organizaciones de derechos laborales, que advierten sobre el impacto social y político de una medida de tal magnitud.