El pequeño pueblo de Estados Unidos cedido a México generó una enorme controversia, en medio de una discusión debido a una decisión técnica.
El pequeño pueblo de Estados Unidos cedido a México estaba habitado por ciudadanos que se sentían mexicanos, pero una querella determinó que en realidad era territorio estadounidense.
Se trata de Río Rico, en el estado de Tamaulipas, es una pequeña localidad fronteriza mexicana con una interesante historia.
Este es un ejemplo que las fronteras a menudo cambian, ya sea violentamente, debido a una guerra, o pacíficamente cuando se intercambia o compra tierra.
Pero en este caso, todo comenzó por la compra de un terreno por parte de una compañía.
El río Grande, para los que están al sur, o río Bravo, para los del norte, ha marcado la frontera entre EE.UU. y México desde 1848.
El pequeño pueblo de Estados Unidos cedido a México
Para resolver las disputas que surgían por los frecuentes cambios en el curso del río, se firmó el Tratado de 1884, que reconocía solo aquellas desviaciones resultantes de eventos naturales.
A principios de 1900, la empresa estadounidense Rio Grande Land and Irrigation Company tenía una estación de bombeo en el lado estadounidense, que tomaba agua del río para distribuirla entre los agricultores locales.
Pero esa decisión tuvo un efecto histórico pues el pequeño pueblo de Estados Unidos cedido a México marcó el rumbo del futuro de sus ciudadanos.
Sin embargo, la compañía comenzó a preocuparse de que el río cambiara de curso, así que, sin ninguna autorización.
En 1906 cavó un canal, que aisló 419 acres al sur del río, 1,67 kilómetros cuadrados de territorio, conocido como el Banco Horcón.
“Hay consecuencias de tratar de controlar la naturaleza”, señala Joe Vidales, del McAllen Heritage Center, Texas.
Esa extensión de tierra era legalmente todavía parte de EE.UU., su ubicación, ahora al sur del río, hizo que quedara bajo la jurisdicción de las autoridades mexicanas.
La American Rio Grande Land and Irrigation Company había violado varios tratados y fue multada, pero la situación del territorio quedó en un limbo legal.
Los residentes se adaptaron rápidamente a convertirse en parte de México, así, en 1920, la Ley Seca se introdujo en todo Estados Unidos.
La razón de esta medida, dio inicio a definir el futuro de estos habitantes.
“Si estabas en el sur de Texas y querías tomar una cerveza o un Margarita, no lo podías hacer a ese lado del río, pero podías cruzarlo remando, nadando, a veces hasta caminando, y complacerte”.
Y Río Rico, que había quedado al lado indicado del río para tales menesteres tras la desviación artificial e ilegal de la compañía estadounidense de irrigación, estaba feliz de suministrarles a los vecinos del norte lo que quisieran.
“En 1928 comenzaron la construcción de un puente para cruzar Río Rico”, cuenta Vidales.
Era otro pueblo
Alma Bernal, una rioriqueña, recuerda que “había un hotel y un teatro, donde mis abuelos pudieron ver a Pedro Infante y Sara García, artistas muy importantes de la historia mexicana. Mucha gente viajaba a Río Rico solo para ver a esos artistas”.
Río Rico volvió a ser una ciudad fronteriza somnolienta cualquiera, recuerda Mike England, quien trabaja en England Cattle Company y creció en el lado estadounidense del río.
“Crecer allí, en el río, fue un paraíso: salía a pescar y cazar a diario con algunos niños del otro lado del río, que venían a nuestra casa como si fueran de la familia. Yo también nadaba el río e iba al sur y conocí a sus familias al igual que ellos conocieron a la mía. Es un poco extraño. A este lado hablan de ilegales… Supongo que yo también era ilegal en ese lado, pero a nadie le importó”, dice.
El caso Homero Cantu
Pero con el paso de los años, los habitantes de Río Rico habían olvidado en gran medida que habían sido ciudadanos de EE.UU.
Hasta 1967, cuando un profesor de geografía llamado James Hill descubrió lo que había sucedido.
Hill hizo una extensa investigación sobre esta área y creó algunos mapas bien documentados que designaron a los propietarios en todas estas 170 hectáreas donde estaba el corte del río.
Uno de los que se interesó más particularmente en la pesquisa fue el abogado Laurier McDonald.
Estaba representando a un cliente llamado Homero Cantu, que estaba en proceso de ser deportado de EE.UU.
McDonald pudo probar que debido a que su cliente había nacido en Río Rico era ciudadano estadounidense.
“Es la 14° enmienda de la Constitución: Si naces dentro del territorio de Estados Unidos, eres ciudadano. Eso originó mucha confusión. Gente de todas partes de México, de Europa, hasta de China llegaron a decir: ‘Yo nací en Río Rico’”, precisa Vidales.
Con tantas personas tratando de obtener la ciudadanía estadounidense alegando que nacieron en Río Rico, los abogados tuvieron que evaluar sus reclamos.
“Teníamos clientes cuya situación dependía de la habitación en la que habían nacido, porque la casa en sí estaba en la línea fronteriza internacional. Hay que recordar que ninguno de los que vivía allá estaba pendiente de eso, así que los lotes se subdividían y las casas se construían”, recuerda Robert Crane, abogado de inmigración.
Dada la presión del momento, y que podría generar más demandas, Estados Unidos tomó una decisión inédita.
Estados Unidos cedió oficialmente el Banco Horcón a México y aceptó los reclamos de unas 250 personas.
La mayoría de ellos emigraron a EE.UU., dejando a Río Rico como una sombra de lo que fue, ya no existían los beneficios de estar al margen de la ley.
Río Rico es un lugar tranquilo, hay unas pocas familias que quedan son agricultores, y los visitantes que vienen están de camino a la frontera, una de las más vigiladas del mundo.
Estados Unidos cedió el área a México con el tratado fronterizo entre Estados Unidos y México de 1970, celebrado el 23 de noviembre de ese año.
Finalmente, Río Rico fue anexado formalmente por el estado de Tamaulipas. La cesión tuvo lugar en 1977.
Así fue como Río Rico, el pequeño pueblo de Estados Unidos cedido a México marcó la historia de centenas de ciudadanos y su descendencia.